ENCUENTRO CON LA POESÍA

Algo que llevamos impreso en nuestros genes y que expresamos desde que nacemos es el ritmo. El primero, el de nuestro propio corazón. El segundo, el de nuestra madre. ¿O quizás sea primero el de la madre?

A esos ritmos primigenios se une inmediatamente el de las palabras: “Ea mi niña, mi niña ea.” “Tic, tac, tiqui, tac. Relojito horas das.” “Aserrín, aserrán, los maderos de San Juan”. Por eso la poesía, desde la tradicional y más sencilla hasta la más compleja, es una compañera imprescindible para el aprendizaje del lenguaje: primero el oral; después el escrito.

Se trata de una convicción que me ha acompañado desde mis primeros años en la profesión de maestro y bibliotecario. Un lenguaje con el que conectan desde los más pequeños hasta los adultos. Un lenguaje al que, en mis últimos años en el Colegio Las Lomas, el equipo directivo quisimos dar la máxima relevancia. Por eso no faltaban en mis sesiones de trabajo con los alumnos las retahílas, los trabalenguas, las adivinanzas, las canciones, los cuentos mínimos y de nunca acabar… Paso a paso, hasta llegar a los romances tradicionales, los cuentos versificados o los versos de autor en todas sus formas.

Si hoy volviese a la escuela y tuviese que enseñar a las niñas y niños a leer y escribir, no tengo la menor duda de que pasaríamos semanas y meses disfrutando de ritmo, la cadencia, los tiempos y la musicalidad de la poesía. Lo demás vendría por añadidura; sería pan comido.

Aún en los momentos en los que “no tocaba”, siempre había en nuestras sesiones unos minutos para la poesía. Pero ha habido momentos, épocas, trimestres, incluso años completos, en los que la poesía ha tenido todo el protagonismo.

Con los alumnos de E. Infantil, siempre había un tiempo para las retahílas, las canciones de corro, de echar suertes, los cuentos mínimos. Con los del primer ciclo de E. Primaria, además de retomar algunas de las anteriores, aparecían las adivinanzas, los trabalenguas, los cuentos encadenados. Y a partir del segundo ciclo, retomando también algunos de los ya conocidos, los autores eran los protagonistas. Los autores conocidos, consagrados, pero también los autores-alumnos. Ellos mismos se convertían en escritores de poemas que luego recitábamos y aprendíamos todo el grupo.

Especialmente relevantes fueron, además de lo que diariamente se hacía en el área de Lenguaje, las celebraciones de El Día de la Poesía, las Conmemoraciones de algunos autores, alguna Semana Cultural, el certamen Escribo y Leo que celebramos durante cuatro años dedicado en una ocasión a la poesía o un curso completo dedicado a una poeta.

También hay que destacar una iniciativa especialmente interesante (de la que también hablo en otra sección) denominada Guadalajara lee. A partir del curso 2010-11, el Patronato de Cultura del Ayuntamiento preparó unas maletas que contenían 6 colecciones de libros, con 30 ejemplares cada una: un título para cada nivel de E. Primaria. Estas colecciones de libros estaban en el colegio durante el primer cuatrimestre. En el segundo, estas colecciones eran sustituidas por otras seis. Los libros del primer cuatrimestre eran de narrativa y los del segundo, de poesía. Pues bien, para el segundo cuatrimestre preparé un repertorio de actividades encaminadas a hacer más atractivo el encuentro de los niños y niñas con la poesía. Las puedes encontrar en la sección correspondiente.

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ENCUENTRO CON LA POESÍA
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CELEBRACIONES EN TORNO AL LIBRO Y LA LECTURA
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FORMACIÓN DOCUMENTAL O ALFIN
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