Una vez que los niños han adquirido las herramientas básicas para el ejercicio de la lectura, hay que ir avanzando, entre otras cosas, en velocidad.

Uno ejercicio que ayuda a mejorar la agilidad visual es el seguimiento -solo con la vista- de laberintos de complejidad creciente. Nosotros realizamos dos modalidades: seguimiento individual, sobre láminas de papel y seguimiento colectivo, proyectando los laberintos en una pantalla.

Aquí te dejo algunos ejemplos:

Laberinto 1 (en pdf)

Laberinto 2 (en pdf)

Laberinto 3 (en pdf)

Laberinto 4 (en pdf)

Laberinto 5 (en pdf)

Laberinto 6 (en pdf)

Laberinto 7 (en pdf)

Laberinto 8 (en pdf)